En el cobertizo dormían
tus útiles el fósil sueño
de los buzos.
Corrían las vísperas
de nuestro caos definitivo.
Así como mi amor tenía
bocas de incendio,
también el tuyo
en melancolía reposaba.
Tu amor sembrado sobre
un haz de cuevas,
donde el gusano del desprecio
a diario practicaba
una nueva galería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario