Aquí las gaviotas chillan.
Las gaviotas siempre.
Siempre aquí.
Dan miedo las gaviotas.
Aquí siempre ruge el viento.
Aquí muge el vientre del mar.
Siempre.
Siempre las olas estallan.
Su espuma blanca silba
el fervor de las gaseosas.
La espuma blanca, un poco azul,
un poco,
solo un poco azul, no chilla.
Las gaviotas sí.
Y dan miedo.
Las gaviotas desgarran.
Chillan.
Comen despojos.
Las gaviotas no silban
el fervor de las gaseosas.
Es la espuma de las olas.
Estallando contra la roca.
Pero la roca no estalla, no.
Su vientre no muge.
La roca es áspera y no estalla.
La roca soporta.
Los chillidos de las gaviotas.
El estallido de las olas.
Resiste porque es dura.
Y áspera.
La roca aguanta
porque está hecha de soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario